Los adultos mayores tal vez quieran acordarse de ejercitar sus cerebros de forma regular.
La actividad que estimula el cerebro puede retrasar la pérdida rápida de memoria que precede a la demencia, según un estudio reciente.
Durante cinco años, los investigadores dieron seguimiento a 488 adultos de 75 a 85 años de edad que no sufrían de demencia al comenzar el estudio. Registraron el número de actividades estimuladoras del cerebro en que participaban las personas cada semana.
Alrededor de la quinta parte de los participantes habían desarrollado demencia para finales del estudio, pero el inicio del declive de la memoria parecía variar según la cantidad de ejercicio mental que hacían.
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