Documental DW: ¿Los factores ambientales no hacen cada vez más tontos?
El escritor y Doctor en filosofía James Flynn descubrió en 1984 que los puntajes de inteligencia, medidos en numerosos países, habían aumentado de forma constante desde principios del siglo XX. Conocido como el «efecto Flynn» fue justificado por una mejora en la alimentación y atención médica y fundamentalmente por el mayor acceso a la educación.
Sin embargo, poco después del cambio de milenio, estadistas noruegos descubrieron que en las últimas cuatro décadas el efecto Flynn ha desaparecido y los números comienzan a caer en picada.
Muchos neurobiólogos y psicólogos sospechan que los responsables del impacto negativo en los índices del coeficiente intelectual podrían ser ambientales y no genéticos.